Las calas en el Ciclo Indoor
Seguro que si practicas asiduamente Ciclo Indoor ya has oído hablar o incluso probado las zapatillas automáticas, específicas para la práctica de este ejercicio. Una de sus principales diferencias respecto a las zapatillas comunes es que cuentan con una suela rígida, importante para repartir mejor la fuerza del cuerpo en la base del pie. Además, si las has visto de cerca, habrás podido ver que en su suela también tienen dos ranuras y cuatro orificios. Estos están pensados para acoplar en ellas el elemento que centra hoy nuestro blog: las calas.
Y ¿qué son las calas? Las calas son unas pequeñas piezas metálicas que se colocan en la suela de la zapatilla y que sirven, a su vez, para anclarla al pedal automático de la bici. De esta manera, conseguiremos que el punto de anclaje y el arco que dibujamos con pedaleo se repitan siempre. Para lograr unos buenos resultados es fundamental ajustar bien la cala. No hacerlo puede suponer problemas musculares y sobrecargas.
¿Cómo colocar las calas?
La pieza de sujeción de la cala irá por dentro de la zapatilla, entre la plantilla y la suela. En función de tu pie lo colocarás en uno de los dos pares de orificios. Para determinar cuál es el idóneo, has de tener en cuenta que el centro del pedal ha de ir en línea con el primer metatarsiano.
Tras colocar la primera pieza, has de alinear las arandelas en función de los orificios elegidos y, posteriormente, la última pieza de la cala y un tornillo en cada orificio. Apriétalos con una llave Allen y comprueba que ajusta bien en la pieza metálica situada en el pedal automático de la bicicleta.
Una vez colocadas las calas, para encajarlas, simplemente presiona con la suela sobre el pedal hasta que oigas que cuadra. Para sacar el pie de la bici, solo tendrás que girar el tobillo, moviendo el talón hacia fuera.
